Tener sexo sin ganas nos hace infelices
Un estudio confirma que el sexo programado afecta a nuestro estado anímico

Siempre se ha dicho que tener sexo regularmente era una de las claves de la felicidad, por lo que todos nos sorprendimos al leer en los titulares que cuanto más sexo practicásemos, más infelices seríamos. Desde Pasionis queremos aclarar esta polémica, y es que se trata de una afirmación sensacionalista que no es del todo cierta. El titular se refiere a un estudio llevado a cabo por la Universidad Carnegie Mellon, en Pittsburgh, centrado en comprobar el efecto de nuestro estado de ánimo en nuestra vida sexual y, por ende, en nuestro nivel de felicidad.
Para la investigación, los científicos contaron con 128 personas de entre 35 y 36 años, con pareja. Se dividieron los participantes en dos grupos: a un grupo se les dijo que tuviesen sexo como lo hacen normalmente, sin alterar la frecuencia y cuando les apeteciese; al otro grupo se les pidió que doblase sus relaciones sexuales, sin importar las ganas que tuviesen de practicar sexo.
Tener sexo sin desearlo afecta nuestro estado de ánimo
Tras tres semanas de experimento, los encargados recogieron las impresiones de todos los participantes. Según sus testimonios, los sujetos del segundo grupo, que tuvieron más sexo del habitual, tenían el ánimo más bajo, estaban de peor humor y se sentían ligeramente más infelices. En cambio, los participantes del primer grupo, que tuvieron sexo normalmente, se estaban más animados y contentos, con una mejor relación de pareja.
Aunque los científicos encargados de la investigación se mostraros sorprendidos por los resultados, según explicó el jefe de estudio George Loewestein, a nosotras no nos parece extraño. ¿Cuántas parejas que quieren quedarse embarazas y practican el sexo programado casi de forma obligatoria acaban aburriéndolo? Hace tiempo dimos algunos consejos para evitar que el sexo programado acabase matando la pasión y la complicidad con la pareja, os animamos a seguir esas recomendaciones y hacer de ello un juego.