El tamaño sólo importa en el sexo casual

Un experimento del Laboratorio de Psicofisiología Sexual y Neurociencia Afectiva, de la Universidad de California, ha demostrado que para el sexo de una noche tendemos a elegir penes más grandes. Para el estudio, se ha contado con 41 mujeres para que tocasen y observasen modelos de 33 penes diferentes, hechos con una impresora 3D. Los modelos varían entre los 10 y los 21 centímetros de largo, y de 6 a 17 centímetros de grosor.
Tras palpar todos los penes, se ha pedido a cada una de las mujeres escogiesen uno de los modelos para tener sexo casual, sólo un coito de una noche. La mayoría de las participantes han elegido los penes con un grosor superior a la media, pero en cuanto a alargada de modelos, la elección varía mucho.
Preferimos penes grandes para una noche, pero normales para una relación
También se ha pedido a las 41 mujeres que digan qué modelo preferirían que tuviese una supuesta pareja estable. Todos los miembros elegidos rondan los 16 centímetros de largo y son de un grosor estándar.
Esta preferencia hacia los penes más gruesos a la hora de buscar solamente placer, y no una relación amorosa, es un factor biológico. Los miembros más gruesos ensanchan la entrada de la vagina durante la penetración, acercando más el clítoris a la fricción con el pene y facilitando el orgasmo. En cambio, por muy largo que sea el falo, si éste es estrecho, el clítoris queda alejado de la zona de acción y recibe menos estímulos.
Tener un pene muy largo puede traer más inconvenientes que beneficios. Los miembros con muchos centímetros chocan fácilmente con el cuello del útero, una sensación molesta para la mayoría de mujeres, que puede llegar a producir dolor.