El morbo de hacerlo en las escaleras

Lo principal es que tú subas delante para ofrecerle al chico una panorámica de tu sensual trasero. Se lo más femenina que puedas, contonéate, mueve tus caderas y nota cómo se endurecen tus glúteos a medida que vais subiendo. Gírate de vez en cuando para mirarle, pero tampoco demasiadas veces, seguro que lo sorprendes mirándote el culo. Si a la situación le añades una faldita, ya lo tienes ganado. Disfruta de este sutil juego de exhibicionismo y seducción.
Utiliza las escaleras de emergencias
A medida que vais subiendo, si él se ha resistido y todavía no te ha tocado, levántate un poco la falda por detrás y sonríe traviesa. Elige el momento adecuado porque no podrá resistirse, así que asegúrate de que habéis llegado a una zona poco transitada. Si el chico sigue tímido y no capta la indirecta, párate, gírate y dale un beso caliente y sugerente para que no le quepa duda de tus intenciones.
A partir de aquí, comenzad con unas intensas caricias encima de la ropa, pero la parte graciosa de este juego es que no os podéis desnudar, ya que tienen que actuar rápido si oís que alguien se acerca.
Para empezar, una felación puede ser súper excitante para él, es más, puedes incluso dejarlo a medias y hacerlo sufrir un poco hasta llegar a tu piso.
Posturas para follar en las escaleras
Si sabéis que no os van a interrumpir, la mejor postura que podéis probar en las escaleras es adaptar la de “el perrito”, ya que la escalera tiene la inclinación perfecta para una buena penetración, además, tenéis el fácil apoyo en las escalas y barandilla. Para hacer esta postura, debes poner tus rodillas en un escalón y tus manos en uno más arriba, si no estás cómoda, puedes hacer lo mismo estando de pie.
Pídele que te tape la boca, para no haces ruidos de placer, esto seguro os pondrá cachondo a ambos.