Sexo 1 vez por semana, suficiente para ser feliz en pareja

Cuando empezamos una nueva relación, un torrente de hormonas corre por nuestro cuerpo y no es extraño mantener relaciones sexuales con mucha asiduidad. En cambio, una vez llegamos a estabilizar la relación disminuye esa necesidad de estar pegados todo el día y muchas parejas rebajan el sexo a una vez por semana o menos y, según los expertos, es más que suficiente.
Tener sexo más de una vez a la semana no nos hace más felices
Popularmente se cree que a más sexo o más dinero, mayor felicidad en la vida. Para rebatir esta teoría, un grupo de investigadores de la Universidad de Toronto ha analizado los niveles de satisfacción de 30.000 personas, estudiando el efecto del sexo en su relación de pareja. Los resultados muestran que las parejas que tienen sexo una vez por semana alcanzan el máximo nivel de bienestar. Aquellas parejas que tienen sexo más de una vez a la semana presentan el mismo nivel de satisfacción que aquellas que sólo tienen relaciones una vez por semana. ¿Quiere decir eso que alcanzamos nuestro tope de bienestar sexual?
Esta teoría también es aplicable cuando hablamos de dinero. La teoría del premio Nobel Daniel Kahneman demuestra que a más dinero, más felicidad, pero la satisfacción personal alcanza sus niveles máximos al llegar a 60.000 euros anuales. Una vez pasamos esa raya, por mucho dinero extra que ganemos no nos sentimos mejor. Es más, obsesionarnos con conseguir más sexo o dinero puede causar el efecto contrario al que buscamos, según explica la investigadora June Gruber de la Universidad de Yale.
Volviendo al tema del sexo, aquellas parejas que se esfuerzan por tener más sexo del que realmente tendrían sin presiones ven mermada su satisfacción. Este sobresfuerzo acaba afectando a su vida sexual y a su relación de pareja. Un buen ejemplo de estos casos son aquellas parejas que tienen sexo programado porque están buscando el embarazo y terminan por aborrecerlo.
Queda demostrado que no debemos obsesionarnos con tener más sexo y, simplemente, hay que disfrutar de los momentos íntimos que surgen de forma natural. ¡Hagamos caso a lo que nos pide el cuerpo!