¿Por qué cerramos los ojos al besar?
No somos capaces de concentrarnos en dos estímulos a la vez

¿Alguna vez te has encontrado con una persona que bese con los ojos abiertos? Seguramente te habrá parecido extraño e incluso un poco incómodo. Los besos apasionados se dan con los ojos cerrados, de toda la vida. Sin embargo, este gesto de enamorados no tiene una explicación muy romántica: cerramos los ojos al besar porque no podemos concentrarnos en las sensaciones táctiles de los labios si también recibimos información visual. Eso es todo.
Los investigadores Polly Dalton y Sandra Murphy son los autores del estudio ‘La percepción humana y su rendimiento’, publicado en el Journal of Experimental Psychology, y afirman que “la conciencia táctil depende del nivel de carga perceptual en una tarea visual simultánea”. Dicho de otra forma: Si mantenemos los ojos abiertos durante un beso no somos capaces de centrarnos en los estímulos táctiles de los labios y la lengua.
Cerramos los ojos durante el sexo para sentir más
Los expertos han descubierto que solamente cerramos los ojos cuando besamos, en muchas acciones cuya parte importante es táctil también lo hacemos. Por ejemplo, mucha gente cierra los ojos durante el sexo, y no precisamente para fantasear con otras parejas. Se trata de una técnica básica de concentración para aumentar la sensibilidad y la percepción de las caricias.
El estudio también ha sacado a la luz otra curiosa sensación: cuando el ser humano recibe muchos estímulos visuales que necesitan buena parte de su atención, perdemos sensibilidad en el sentido del tacto.
Así pues, la próxima vez que vayas a darle a tu pareja un apasionado y romántico beso, asegúrate de mantener los ojos cerrados para disfrutar todavía más de esas intensas sensaciones. De todas formas, ¿quién quiere ver un primerísimo primer plano desenfocado de la nariz de otra persona?