Poliamor, con mucho amor para dar

El poliamor va más allá de las relaciones abiertas, en las que la pareja acuerda que puede tener sexo con otras personas mientras el amor sea exclusivo. En el poliamor, una persona puede mantener varias relaciones de pareja al completo: sexo y amor. ¿Cómo se entiende esto? ¿Es posible? Los psicólogos sostienen que es muy complicado llevar bien el poliamor, ya que has de encontrar a personas que piensen igual que tú, o lo más seguro es que las cosas acaben mal.
No sólo se trata de sexo
Es fácil confundir el poliamor con las parejas abiertas, pero con este nuevo tipo de relaciones se va un paso más allá. En las relaciones liberales se permite tener sexo con otras personas, siempre que se trate sólo de sexo y no haya sentimientos de por medio. Por decirlo de alguna forma, es una solución para saciar el apetito sexual y el aburrimiento. Sin embargo, los poliamorosos mantienen varias relaciones de pareja en las que hay tanto amor como sexo. Es decir, tienen varios novios, y tan contentos.
María Pérez Conchillo, directora del Instituto Espill de Psicología y Sexología, explica la importancia del consentimiento en el poliamor: «Todo esto es aceptado por la pareja, no hay engaño. Hay unos contratos muy claros de integrar a la otra persona y compartir, y de hacerlo con consentimiento y sinceridad».
El problema surge cuando una persona poliamorosa sale con alguien que no lo es. Muchas veces creemos estar preparados para relaciones abiertas, pero a la hora de la verdad nos amargan los celos y todo se va al traste. Por eso es fundamental estar seguros de que la otra persona también está de acuerdo con el poliamor y a la larga no va a suponer un problema.
Leon Feingold es superdotado y necesita tener varias parejas
Uno de los defensores más conocidos del poliamor es Leon Feingold: superdotado (coeficiente intelectual de 168, ocho puntos más que Stephen Hawking), presidente de Mensa en Nueva York, abogado, agente inmobiliario y aficionado a los concursos de comida. Para Feingold, el poliamor le permite saciar todas sus necesidades, ya que estando con una sola mujer se aburre.
Como Feingold, cada vez más personas ven la luz cuando descubren el poliamor y se sienten identificados. Ya no hay que andar a escondidas e ir acumulando infidelidades, llevar una doble vida ni explicar cada dos por tres a la gente que no se trata sólo de sexo, ¡también hay amor!