Los mejores trucos sexuales

· Pompoarismo: Se trata de contraer y relajar los músculos de la vagina durante la penetración. Esta técnica es muy antigua y sumamente placentera, y aunque requiere un poco de práctica, toda mujer puede hacerla. Para conseguir el pompoarismo, lo mejor es ejercitar la musculatura vaginal con los ejercicios de Kegel. Una vez lleguemos a dominarla, esta técnica proporciona mucho placer al hombre y es muy beneficiosa para la mujer, tanto a la hora del embarazo como para fortalecer el suelo pélvico.
· El beso tántrico: Poniendo en práctica un poco de Tantra, antes de llegar al orgasmo la pareja detiene los movimientos sin separar la penetración y se miran directamente a los ojos. Ambos han de juntar los labios como si fuesen a besarse y alternar las respiraciones. Es decir, cuando ella inspira, él expira, y viceversa. De esta forma se alarga el coito y el orgasmo es luego mucho más intenso.
· Florentino: Durante la penetración, la mujer mantiene la piel del pene bien retirada del glande con el índice y el pulgar en la base del miembro. Este sencillo truco intensifica mucho las sensaciones del hombre y acelera la eyaculación, consiguiendo un orgasmo precipitado y en descarga. ¡Es muy útil si el coito se nos hace eterno!
· El cock ring manual: En todos los sexshops podemos encontrar anillos para el pene, que se colocan en la base del miembro para prolongar la erección y fortalecerla. Nosotras podemos conseguir un efecto similar si durante el coito rodeamos la base del pene con el índice y el pulgar, apretando ligeramente.
· Postillonage: El postillonage no es más que una sutil estimulación del ano. Durante el coito, introducimos un poco el dedo meñique en el ano de nuestra pareja para acceder a la próstata e intensificar la estimulación. Este pequeño gesto era muy popular en la época del libertinaje francés y resulta muy placentera, aunque para algunos hombres esa zona sea tabú.
· Los nueve movimientos: Simulando los ejercicios tántricos para retrasar el orgasmo, el hombre empieza con siete penetraciones poco profundas y dos más profundas. Se sigue con seis penetraciones poco profundas y tres más profundas, y así hasta que las nueve embestidas son profundas. Este ejercicio retrasa la eyaculación y mantiene una intensa tensión sexual en la pareja.