Sexshop: La lencería que más excita a los hombres

La lencería combina a la perfección el estímulo visual de una mujer semidesnuda con el misterio que se despierta para saber cómo será el cuerpo completamente al descubierto. Se puede decir que la ropa interior ejercita la imaginación más pervertida de los hombres.
– Tanga: La prenda más caliente que tenemos en el armario seguramente sean los tangas. Ese filo hilo que deja al descubierto las nalgas y tapa lo estrictamente necesario es una apuesta segura para hacer que a tu chico se le disparen las alarmas de fuego.
– Culotte: Los hay que prefieren una prenda más delicada y una imagen más inocente, y para ellos están los culottes. Esta prenda ancha que tapa mucho y, sin embargo, deja a la vista la parte de debajo de las nalgas es una debilidad para los más románticos.
– Ligueros: Complemento de provocación por excelencia. Llevar un liguero debajo del vestido nos hace sentir sexies, y no hay guiño más picarón que levantar un poco la falda y mostrarlo a quien nosotras decidamos. Típico en novias, es un claro símbolo sexual de la virginidad, que cuando se quita deja a la mujer lista para el sexo.
– Sus calzoncillos: A muchos hombres no hay nada que les ponga más que ver a su chica con sus canzoncillos. Los que mejor cumplen esa función son los boxers, ya que los slips poco tienen de sensualidad.
– Bustier: Prenda similar al corsé que realza el pecho y marca la figura gracias a su estructura ceñida y las ballenas que la acompañan. Es más corto que el corsé y comprime menos, no deforma la figura. Su función es hacer que nuestro escote capte todas las miradas, y es perfectamente compatible bajo nuestra ropa habitual. Al desnudarse, añade ese punto sexy al día
– Camisón: Para los hombres no hay nada más excitante que su chica en camisón. Su mente se pone a cien sólo de imaginar qué llevará debajo, y pocos son los que pueden contenerse a sacarlo sin más. Apuesta por un camisón corto de seda si quieres sorprender a tu pareja antes de ir a dormir. El juego que supone para su imaginación y el tacto suave lo convierten en una combinación explosiva.