Hate sex, te odio pero me pones a 100
El sexo por despecho sirve a nuestro cuerpo para expresar sus emociones

Se dice que dos de las emociones más potentes que podemos sentir las personas son el amor y el odio, ambas nos queman por dentro, aunque sea en diferente sentido. Tanto para amar como para odiar hemos de ponerle pasión al asunto, es esa intensa emoción la que puede hacer que lleguemos a sentir deseo sexual por alguien a quien odiamos. De hecho, ese tipo de sexo incluso tiene un nombres: ‘hate sex’ o sexo por despecho.
Según explica la periodista Lizette Borreli en un reportaje de Medical Daily, cuando estamos frente a una persona que nos altera y nos pone a cien, nuestro cuerpo es capaz de apartar por un momento el desprecio que sentimos hacia ella y disparar el deseo sexual. Muchas veces, el odio es tan potente entre ambos que nuestros cuerpos sólo encuentran dos soluciones: expresarlo pegándonos o expresarlo mediante el sexo (un poco violento).
El hate sex acostumbra a ser un sexo duro y muy excitante
La experta en relaciones sociales y de pareja, April Masini, explica que usamos el sexo para comunicarnos, ya sea amor, deseo, alegría, tristeza o incluso odio. Cuando dos personas se enfrascan en una sesión de hate sex, éste suele eliminar todas las muestras de cariño como caricias y besos suaves, y se centra en un estilo de placer violento, como si el cuerpo se desfogase. Es habitual que el sexo por despecho sea duro, algo agresivo, sin preliminares.
A la liberación de todas esas emociones contenidas mediante la expresión física se une la excitación de hacer algo “transgresor”. En el fondo sabes que no deberías estar teniendo sexo con esa persona porque no la soportas, pero tú respuesta biológica ha ganado la partida y ahí estáis, posiblemente teniendo uno de los mejores polvos de vuestra vida.