Los "Ejercicios de Kegel" fortalecen los músculos de la vagina, lo que nos trae beneficios de salud y placer, ya que que nos ayudan a tener orgasmos más intensos y, al mismo tiempo, a prevenir pérdidas de orina durante el embarazo y/o la menopausia. Entonces, ¿Por qué no practicarlos un poco?

Orígenes

Hace más de 3.000 años que en la India se practicaban ejercicios para fortalecer los músculos de la vagina. Poco a poco, estas prácticas llamadas “pompoarismo” han llegado hasta nosotras, también conocidas como “Ejercicios de Kegel”. Mediante estos ejercicios, la mujer trabaja su musculatura vaginal, reforzando el suelo pélvico y aprendiendo a controlar los músculos vaginales.

Beneficios

Entre los muchos beneficios que estos ejercicios nos da, está el que aumenta el placer durante el sexo para ambos miembros de la pareja, ya que la mujer aprende a contraer la vagina a su antojo. Además, este control de la zona genital, ayuda a que se reduzcan las posibilidades de tener pérdidas de orina y facilita el parto.

¿Cómo se hacen los ejercicios de Kegel?

En Pasionis queremos que todas gocéis de un sexo placentero, así que tomad nota de los ejercicios para practicar cada día.

–     Siéntate en una silla, con la espalda recta y las piernas paralelas y ambos pies en el suelo. Contrae los músculos de la vagina como si guardases algo dentro, aguanta 3 segundos y relájate. Repite esto 10 veces.

–      Sentada en la misma posición, contrae y relaja los músculos de la vagina 30 veces, alternando rápidamente contracción y relajación.

–       Túmbate en el suelo, flexiona las rodillas y coloca los pies planta con planta, apoyándote en los laterales. Relaja estómago y glúteos e imagina que quieres acercar las paredes de la vagina. Contrae lentamente contando hasta 10 y relaja lentamente durante el mismo tiempo. Practica durante 10 minutos.

–       Túmbate en la cama, y flexiona las rodillas con las piernas abiertas. Introduce uno de tus dedos en la vagina y trata de estrechar las paredes, si no notas la contracción prueba con dos. Practica cada día hasta notar la estrechez con un solo dedo.

–       Túmbate en el suelo con las piernas flexionadas, contrae y aprieta los glúteos, cuando estén bien duros empieza a contraer la vagina. Aguanta 10 segundos y relaja, primero la vagina y luego los glúteos.

–     De pie, con las rodillas ligeramente flexionadas para mantener el equilibrio, con las manos en la cadena y mueve la pelvis hacia delante y hacia atrás, apretando al ir hacia delante.

–      Un ejercicio que puedes practicar cada vez que vayas al baño, consiste en cortar el chorro de orina durante un segundo para luego dejar que continúe. También es una buena forma de comprobar tus progresos.