Anafrodisia, la anorexia sexual

Hemos oído hablar mucho de la anorexia, una enfermedad psicológica que altera la imagen física que tenemos de nosotros mismos y se caracteriza por querer alcanzar la máxima delgadez evitando comer. Si en vez de aversión a la comida nos referimos al sexo se trata de anafrodisia. Este problema psicológico afecta a muchas mujeres y no es simplemente un bajón de la libido, sino una inapetencia prolongada del sexo, evitando cualquier relación íntima con la pareja.
Habitualmente, las mujeres que padecen anafrodisia esquivan el sexo con los clásicos pretextos: dolor de cabeza, cansancio, etc. Sin embargo, el caso va mucho más allá. Se trata de una aversión crónica a las relaciones sexuales.
¿Qué provoca la anafrodisia y cómo se supera?
Si indagamos en las causas que pueden provocar anafrodisia encontramos muchos problemas psicológicos, en gran medida sobre la autoestima, la percepción de la propia imagen y la vergüenza. También puede deberse a una mala experiencia sexual del pasado o a no recibir una buena educación sexual y afectiva, lo que propicia que la persona sienta incluso miedo o incomodidad frente al sexo.
El doctor Juan Carlos Kusnetzoff explica que el primer paso para tratar la anafrodisia es reconocerla, aceptar que no se trata simplemente de que no apetezca tener sexo, sino que va más allá. El segundo paso es trabajar en la recuperación del deseo mediante películas, libros o cualquier medida que pueda ayudar a la persona a sentir de nuevo cierto apetito sexual. También es importante “reconciliarse” con el propio cuerpo y explorar las sensaciones placenteras que nosotras mismas nos podemos provocar con caricias, sin necesidad de que haya otra persona presente.
Si la persona que sufre anorexia sexual tiene pareja, el experto recomienda que también se trate a la otra persona para ayudar a mejorar la relación e identificar posibles problemas. En todo caso, se trata de una mejora progresiva y muy personal en la que el apoyo de la pareja es clave. La anafrodisia puede tratarse y conseguir recuperar un deseo sexual sano, el primer paso es acudir a un experto para que nos guíe.