IMPORTANTE. Sólo para mayores de 18 años

Sólo puedes acceder a Pasionis.es si eres mayor de 18 años. 

Por favor, confirma que tienes más de 18 años o haz click en «salir».

Relato erótico: "Enredadas sobre el futón"
¡Lo último!

Relato erótico: «Enredadas sobre el futón»

Sylvia amaneció con un dolor de cuello y espalda como hacía tiempo que no le daba. Se sentó en la cocina para desayunar y, mientras removía su café todavía ardiendo, realizaba estiramientos, esperando encontrarse mejor. Cada vez que se erguía, notaba cómo le crujía todo. Definitivamente, estaba rota. Tan concentrada estaba que no sintió a Luz entrar en la cocina. Enseguida la sacó de sus pensamientos cuando se sentó junto a ella.

  • ¡Buenos días! Tienes mala cara, ¿no has dormido bien?
  • La verdad es que no. La espalda me está matando.
  • Desayuno y te echo un vistazo, ¿vale?

Mientras buscaba trabajo, Luz había hecho cursos de todo tipo. También de masajes. Tenía las manos frías, pero al mismo tiempo suaves. Se colocó detrás de ella, de pie, y palpó la zona. Era una caja de sorpresas esta chica: nunca hubiera dicho que tuviera esas manos tan habilidosas. Masajeó durante un par de minutos y dictó su veredicto. Lo ideal sería que se tumbara para poder trabajar mejor.

Le comentó que hasta media mañana no tenía nada que hacer y le propuso acompañarla a su habitación, ya que tenía un futón donde podría estar más relajada. Entraron en su dormitorio, todavía envuelto en una semioscuridad, ya que la persiana continuaba bajada.

  • Túmbate, Sylvia, pero quítate antes la camiseta.

Sylvia obedeció y se tumbó boca abajo. Al instante sintió cómo sus dedos le desabrochaban el sujetador. Posteriormente, aquella extendió un gel muy frío sobre su espalda, tanto que le hizo estremecerse. Pero duró poco porque también notaba su calor. Su aliento se adhería a su cuello, tanto como sus manos a su piel. Sin pudor, descendían hasta el inicio de sus nalgas, en ocasiones rozando su raya. Inexplicablemente, eso comenzó a excitar a Sylvia y solo deseaba que esos “descuidos” se produjeran más a menudo.

En un principio, Luz estaba situada de rodillas a un lado de ella, pero decidió sentarse sobre su trasero para ejercer más presión. Cuando sus manos alcanzaban sus hombros, podía notar sus pechos acariciando sutilmente su espalda. La fina camisa que llevaba los dejaba a su libre albedrío y hasta sentía sus pezones endurecerse. Parecía que no lo hacía deliberadamente, pero Sylvia estaba segura de que su propósito era calentarla. Y lo estaba consiguiendo.

Entonces, Luz empezó a presionar sus brazos contra la espalda de aquella, bajando hasta, de nuevo, su trasero. Cuando llegó hasta él, continuó oprimiendo, de modo que el sexo de Sylvia cada vez estaba más en contacto con el futón. Sin parar de ejercer presión, Luz movía el cuerpo de Sylvia a su antojo, provocando que el roce de su clítoris fuera máximo. Esta se sentía a punto de estallar, no sabía cómo pararla, pero tampoco quería que lo hiciera.

  • ¿Qué tal vas?- susurró juguetona Luz en su oído, pegando su cuerpo contra el de Sylvia.

En esa misma posición, Luz elevó el tronco de esta hasta llegar a sus tetas, sobándolas mientras lamía con urgencia su cuello. Tiró de sus pantalones y braguitas hasta dejar a Sylvia desnuda sobre el futón. Su lengua se deslizó desde su nuca hasta sus nalgas, bajó por ellas hasta descubrir su coñito. Empezó a lamerla entera, mientras Sylvia arañaba las sábanas. Se colocó a cuatro patas y Luz pudo comérselo de principio a fin. Su boca recorría ávida el sexo empapado de Sylvia y su clítoris a punto de reventar.

Estaba gozando como nunca, pero se giró hasta tumbarse de nuevo y se abrió de piernas. Luz se acomodó a su compañera y restregó su sexo fuerte contra el de aquella. Las chicas gemían y se movían enloquecidas, frotando sus clítoris hasta correrse.

Se quedaron un rato así, abrazadas, hasta que las obligaciones las apremiaron a salir de la ensoñación. Sin embargo, volver a ella era tan fácil como llamar a la puerta de al lado.

Uso de Cookies - Pasionis.es utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de usuario. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies. Si quieres saber más sobre las cookies haz click aquí

ACEPTAR
Aviso de cookies