Relato erótico: Bollitos Calientes

Los apetitos carnales de Almudena
6 .Bollitos calientes
Almudena anota en su diario la sensual velada con Bad Santa, y se propone no volver a utilizar la Red Erótica Sexo Triple X, al menos hasta pasadas las fiestas.
En Nochevieja se desmadra con los amigos en una macrofiesta en la disco Kapital. Ve de lejos a Frac MagnuM, pero va tan pasado que no le hace ni caso.
Cuando regresa a casa con su amiga Yoli todo le da vueltas. Va de un bajón tremendo. Se pone el pijama a duras penas y se duerme como un lirón.
Al despertar, Yoli le ha preparado un buen desayuno.
― Tía, lo mío no son las drogas ―le dice.
― Las dos sabemos que lo tuyo es follar y punto.
― ¡Eh! ¡Tú fuiste la que me metiste en este embrollo con Sexo Triple X! ―recuerda con dedo acusador.
― Vamos a ver, Almudena, estabas hecha polvo cuando rompiste con tu novio. Sólo te insinúe que te desmelenaras un poco. Pero es que tú le das al sexo dentro y fuera de la red.
― Mira, Yoli. Tengo claro que todas las mujeres somos cornudas en algún momento de nuestras vidas. Cómo combatirlo: siendo tan infieles como ellos. Si lo hacemos, somos unas guarrillas. Ellos, por el contrario, son machotes. Es demasiado machista.
― Estoy contigo, sin embargo… ― Almudena corta la frase.
― Tú no lo entiendes porque eres lesbiana.
― No te equivoques, me van más los chichis. Sin embargo, también me lo monto con tíos.
― Cada una con sus propios rollos. Si me tachan de guarrilla, me la trufa ― le tira una almohada a Yoli y comienzan un juego que acaba en arrumacos.
― Almudena, tú sabes que te quiero mucho.
― Eres mi mejor amiga, eso también está escrito en mi diario.
― ¿Tienes un diario?
― Sí. Escribo todo lo que hago y, desde que estoy en la red, además tengo una agenda con todos los apodos de todos mis rollos.
― Muy interesante… ¿Puedo verlo?
― ¡Nooo!
Vuelve el jugueteo. Está vez Yoli roza los carnosos labios de Almudena.
― ¿Qué haces? ― pregunta ella.
― Besarte como Dios manda. Tú follas, sólo eso. ¿A que he acertado?.
― Pues sí. Me encantan que me besen, por eso no dejo a mis amantes esporádicos que lo hagan placenteramente. Si puedo, voy al tajo y punto.
― Pues éste será mi regalo…
Se acerca a Almudena y entreabre la voluptuosidad fresada de sus labios, rozándolos como quien no quiere nada. Seguidamente, pasa la lengua por el borde carnoso.
Pasión25 lucha para salir del cuerpo de Almudena, pero se reprime.
― Yoli, dime cuál es tu alias en la red.
― ¿Para qué?
― Quiero saberlo para que dejes de ser mi amiga y te conviertas en una amante.
― Mi apodo es LesbiaD. Y tú, Pasión25, mi bollito caliente ―le susurra lamiendo su lóbulo.
― Mmm… LesbiaD, ¿por qué D?
― Por dominadora. Siempre llevo la iniciativa.
Yoli sigue con su juego y Almudena se ha puesto tan cachonda como con un tío, así que se deja llevar.
Sus bocas se solapan y sus lenguas se saludan en un baile erótico, cálido, tierno. LesbiaD desliza sus manos por los brazos de Pasión25, sin despegar su boca, explorando las humedades interiores. El vello de corporal de Pasión25 se eriza. Jadea cuando sigue recorriendo su piel con esa delicadeza necesaria entre los amantes.
Su vulva experimenta una pulsión interior constante e intensa, desconocida. Pasión25 acaba de tener su primer orgasmo interno.
LesbiaD le desabrocha la chaqueta del pijama con una esmerada finura que la hace enloquecer. Pasión25 la aprisiona y sobetea sus pechos redondos y prietos como balones perfectos. Sin embargo, LesbiaD la frena.
― Calma, princesa. No soy uno de tus adonis con una buena manguera. La mía son los dedos de mis manos, la imaginación y algún que otro vibrador esporádico
― Sigue… ―suplica Pasión25.
LesbiaD acaricia sus senos. Sus pezones, afilados como espadas, rosados y tiernos como los de una doncella. Después los besa, los lame, succiona sus cumbres para sacar su néctar. De Inmediato, se quita el suéter y da a beber a Pasión25 las redondeces de sus pechos siliconados. Son enormes. Ella los masajea.
Siguiendo su ritual de amor, se desprenden de los pantalones y se masturban mutuamente. LesbiaD acaricia los labios externos, los internos, su hendidura. Pasión25 hace lo mismo, aprendiendo como una párvula con las primeras letras.
― LesbiaD, quiero más…
― ¿No tienes bastante?
― Necesito algo más voluminoso entre mis piernas. Puede que tengas razón: todos podemos ser bisexuales. Sin embargo, me gusta tener un buen falo dentro de mi.
LesbiaD saca un vibrador y se la penetra mientras Pasión25 jadea retorciéndose como una posesa.
Se quedan dormidas desnudas, abrazadas de medio lado. Cuando Almudena se despierta encuentra una rosa roja y una nota en la almohada contigua: “Pasión25, no olvides anotarme en tu agenda”. Ella sonríe y sale al balcón.
― 2014, gracias por tu regalo de bienvenida. He descubierto que me gustan las ostras tanto como los percebes.
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