En este capítulo de temática navideña, la escritora Anna Genovés pone a Almudena en un aprieto. ¿Dejarse llevar por la fantasía o conservarla intacta? Pasión25 volverá a disfrutar de la Navidad...

Los apetitos carnales de Almudena

5. Bad Santa

Faltan unos días para Navidad, pero Almudena tiene la familia desperdigada por el mundo y la celebra con los amigos. En cambio, este año se marchan a esquiar y a ella no le apetece. Se reunirá con ellos en Nochevieja.

El 24 de diciembre decide utilizar la red de contactos eróticos Sexo Triple X, le pica la curiosidad y el chichi: ¡A ver si me proponen algo interesante! ― piensa.

Abre el ordenador e introduce su apodo Pasión25. De inmediato, aparecen tres casillas. En la primera pone “blanco”; en la segunda, “negro”; en la tercera, “sorpresa”. Le da a la última.

Surge un mensaje simple y conciso: “Buenas tardes, Pasión25. Mañana por la noche ven a cenar al restaurante 99 Sushi Bar del barrio de Chamberí. Pregunta por la reserva del señor Nieve”.

― ¡Corcho! ¡Qué listillos son los de la red! ¿Cómo saben que no ceno con mi familia? A claro, lo puse en mis datos. Pues nada, allí estaremos… ¡A ver qué sorpresita me aguarda! ― dice en alto.

Al día siguiente, Almudena se engalana con un vestido mini, desmangado y ceñido, negro, con tachuelas en los hombros. Se calza unos botines caté de varios pasadores con velcro bajo un chaquetón largo de plumón. Antes de salir, se masturba. Eso atempera los nervios que siente sobre su cita a ciegas.

En el restaurante le aguarda una mesa muy íntima. Cena sola. Cuando está terminando la sopa, lee en el fondo del plato: “Pasión25, acaba de cenar y ve a las toilettes. Habrá un disfraz, póntelo”. Cuando llega al baño, se desternilla al ver un traje de Mamá Noel bastante sexy con una tarjetita que le indica que se una al grupo navideño de la puerta.

Está de lo más mona con su mini color rojo y su gorrito con borla blanca. En la puerta, le espera Santa Claus con toda una corte de duendes.

― Buenas noches, me han dicho que me buscaban… ―insinúa Almudena, escéptica.

― Hola, Pasión25. Soy el Señor Nieve ―contesta Papá Noel con una sonrisa pícara por debajo de los anteojos.

Pasión25 no sale de su asombro. ¿Qué pretenden? ¡Que me lo monte con un viejales? ― piensa de mala hostia.

― ¿Qué tengo que hacer? ―pregunta.

― De momento, cantar villancicos y regalar caramelos hasta que lleguemos a mi cabaña.

― Vale ―hace una mueca.

Recorren las calles al son de zambomba, panderetas y las voces de los nomos. En un momento, llegan a una casita decorada con luces de colores intermitentes. Ella se descojona.

― Vamos, Pasión25, sé que eres un volcán en ebullición. ¿Creías que nosotros no teníamos sexo?

― Mmm… ―se encoge de hombros.

― Pues te equivocas ― Papá Noel acerca su panza hacia Pasión25 y empieza a masajearla.

― Mire, no puedo. Usted es para mí algo muy especial.

― ¿Seguro?

Santa empieza desvestirse con movimientos sensuales. Pasión25 se parte la caja hasta que ve que debajo de esas gafas redonditas y esa cabellera blanca, aparece un cráneo rasurado. De inmediato, se quita una máscara de silicona a lo Tom Cruise en Misión Imposible. Tras ella está el señor Nieve. Treinta y pocos, rostro cincelado, labios golosos, ojos verdes de mirada seductora.

― ¿Así te gusto más?

― Sí, pero, ¿esa ropa?

Los gnomos cantan un villancico customizado con melodía de jazz.

― ¿No se colarán con nosotros, verdad?

― Disfruta del espectáculo…

Bad Santa es todo un espectáculo. Se quita el chaquetón rojo con movimientos eróticos y Pasión25 aplaude al ver que el abdomen abultado es una prótesis bajo la cual aparece un musculado torso. Los pantalones caen al suelo. Asoma un slip rojo con elástico, que reza: “Mi nieve es tuya”. Al notar una protuberancia más que notable, se queda abobada mirándola.

Pasión25 se une al baile. Le ayuda a deshacerse de las botas y los calzones, acariciando sus piernas con el marabú blanco ―de quita y pon― que rodea su cuello. Él le ayuda a desvestirse. La humedad de su sexo se torna irresistible.

Santa es muy travieso. La rodea por detrás, acariciando sus pechos, su pubis y sus partes íntimas. Ella coquetea con su trasero, lo atrapa para que se una a sus turgentes glúteos. El mango viril prieto como el granito, bailando con sus perfectas nalgas.

El Sr. Nieve baja hasta el suelo lamiendo sus pantorrillas y se tumba sobre el parqué.

Pasión25 baja desde su cabeza hasta su enorme miembro, lo introduce en la humedad de su boca a la par que Bad Santa abre sus piernas y bucea entre ellas. Sus labios, abiertos como un girasol ante su lengua. Un perfecto 69 que eclosiona con la abundante nieve de Bad Santa y los efluvios vaginales de Pasión25.

En ese instante, los gnomos cantan: “jingle bell, jingle bell”… Con un coro de: “oh, oh, oh, ohhhh”…

― Ya sabes el porqué de mi mote ―le dice el Sr. Nieve cuando se despiden. Puedes localizarme en Sexo Triple X cuando quieras…

―Lo tendré en cuenta.

Pasión25 nunca olvidará la Nochebuena de 2013.

 

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