Si bien es cierto que las novelas eróticas han adquirido un estatus más popular debido al éxito de la saga “50 sombras de Grey”, este tipo de literatura es un género riquísimo, que abarca varios siglos con importantes títulos que han alcanzado éxito mundial. Algunos, incluso, llevados el cine con igual fortuna. Y nos referimos a buenas novelas, admiradas por entendidos y amantes de la lectura y la cultura en general y regidos por buenos parámetros literarios. En este post queremos destacar, precisamente, este tipo de libros en concreto, ya que son interesantes lecturas, con una calidad a años luz de la citada trilogía de Grey y del resto de novelas románticas al estilo de Barbara Cartland, por otro lado recomendables para una lectura más ligera y superficial.

«El amante de Lady Chatterley»

Considerada como una de las obras maestras del erotismo de la Edad Moderna, fue escrita por David Lawrence y publicada en el año 1928 en Florencia (Italia). La historia gira entorno a Connie, una joven rica casada con un aristócrata parapléjico que, a pesar de su vida acomodada, se siente insatisfecha como mujer, por lo que se deja llevar por la pasión desmedida en brazos del guardabosques de la propiedad. Puede que ahora nos parezca una historia poco escandalosa pero en su día fue tachada de inmoral y pecaminosa, siendo inmediatamente prohibida su edición. En 1932 consiguió ver la luz una edición censurada, pero no fue hasta el año 1959 cuando se publicó una edición íntegra para todo el público.

«Historia de O»

Esta novela narra la iniciación de una joven llamada O en una forma de esclavitud sexual que pronto se asoció al sadomasoquismo. Incitada por René, su amante, O se somete a diversas pruebas que la introducen en un mundo donde se conectan íntimamente dolor y placer, castigo y alivio. “Historia de O” sentó las bases de un nuevo erotismo que ahora está tan en boga. Su autora, Dominique Aury, lo publicó con el pseudónimo de Pauline Réage y, casi 40 años después de que la publicación saliera a la luz, reconoció abiertamente su autoría, así como que las fantasías eróticas descritas en la obra eran invención suya, y que las había escrito mientras se encontraba enferma y postrada en una cama para conquistar a su amante, Jean Paulhan.

«Lolita»

El título más conocido de Vladimir Nabokov vió la luz en 1955 y el cineasta Stanley Kubrick lo inmortalizó en 1962. Con prosa ágil, apasionada y poética, Vladimir Nabokov escribe una historia sobre la relación amorosa que se establece entre un hombre maduro y una niña. “Lolita” generó una estela de escándalo y acusaciones por desafiar tabúes y poner a la sociedad ante el espejo de deseos oscuros pero, a pesar del potencial escabroso del tema, el autor hace un relato más sugerente que pornográfico.

«El amante»

Escrita por Marguerite Duras, “El amante” relata la historia vivida por la propia autora, quien, con 15 años, mantuvo un tórrido romance con un rico comerciante chino 11 años mayor que ella, en la Indochina colonial francesa.

«Justine o los infortunios de la virtud»

Una de las obras más célebres e importantes de Donatien Alphonse François de Sade, más conocido como Marqués de Sade, cuenta la historia de Justine, una adolescente que recurre a todos los estamentos sociales para preservar su virtud. Y ocurre que, en todos los casos, en lugar de recibir ayuda, lo que encuentra es incitaciones al vicio. Justine simboliza la virtud que, con una escasa inteligencia, debe enfrentarse a las artimañas del vicio y, contrariamente a lo que cabría esperar, en lugar de ser recompensada por mantener su virtud, lo que recibe es toda clase de agravios, mientras que los libertinos que abusan de ella se ven recompensados. La novela fue prohibida y circuló clandestinamente durante todo el siglo XIX y mitad del siglo XX.