Desde el éxito de “Nueva semanas y media”, allá por finales de los años 80, parece que el auge del striptease casero ha sido constante. También ayudaron los sensuales movimientos de una sexy Salma Hayek en “Abierto hasta el amanecer” (obviando la serpiente que luce, claro) pero el baile que realiza Basinger ante el jovencísimo Mickey Rourke marcó una época, así como la banda sonora del film. “You can leave your hat on”, de Joe Cocker, es, desde entonces, la canción perfecta para acompañar cualquier coreografía erótica.

Lo que está más que comprobado es que una de las fantasías sexuales más populares entre los chicos es ver a una mujer desnudarse de manera sensual frente a ellos. Por eso, si planeas algo con lo que sorprender a tu pareja y disparar su libido, no lo dudes y hazle un striptease. ¡Nosotras te enseñamos cómo!

Ambientando el espacio

Es importante cuidar los detalles a la hora de ambientar el lugar donde vas a actuar. La música, por ejemplo, es clave. Con la de Joe Cocker no fallarás, pero puedes escoger la que más te guste y te inspire a moverte de manera sensual. Completa la puesta en escena con una luz tenue que no alumbre en exceso, un incienso o una vela aromática que perfume la habitación, una copa de vino o champán y un aceite corporal para que tu figura luzca más sexy.

¿Qué nos ponemos?

Va a gusto personal, claro está, pero aquí os dejamos algunas propuestas: un sombrero, un collar largo, un fular o corbata para atraparlo, una camisa de manga larga para ir abriéndola sin prisa, unas medias que estilicen tus piernas, tacones… Y, por supuesto, un juego de lencería de lo más provocativo (si puede ser, fácil de quitar). Si eres más atrevida, puedes encontrar todo tipo de disfraces que sorprenderán aún más, si cabe, a tu chico.

Baile sensual

Lento e insinuante de principio a fin. Quítate la ropa sin ninguna prisa, al ritmo de la música y a través de movimientos elegantes y tentadores. Acaríciate mientras bailas y míralo fijamente. Interacciona con tu pareja, ve acercándote y permítele tocar sólo cuando tú lo decidas. Ayúdate de una silla, por ejemplo, para disponer de una mayor variedad de posturas. Importante: ¡no te rías!

Final de traca

Un buen striptease puede culminar sin ropa o dejándote alguna prenda. Si decides quitarte la última pieza de la indumentaria escogida, ponle especial énfasis al momento. A partir de aquí, ¡improvisa!