“Stealthing”, una moda sexual peligrosa

Si tu pareja hiciera algo con lo que no estás de acuerdo durante el acto, ¿se considera violación? Esta práctica ha abierto el debate una vez más.
En los últimos días se ha gestado un tema en Internet que ha causado gran controversia por tratarse de algo que atenta contra las mujeres. Es el Stealthing, una práctica en la que el hombre, sin avisar a su pareja, se quita el preservativo durante la relación sexual.
El Stealthing se traduce como “sigilo” y, más allá de ser una moda, es un acto de violencia mientras no esté consensuado (aceptado por ambas partes). Sí, los accidentes pasan y el condón se puede salir sin darnos cuenta, pero de eso a retirarlo a propósito y sin que la pareja se entere, es otra cosa muy diferente, pues se rompe la confianza básica entre la pareja y los términos en los que se ha consentido la relación sexual. Aparte de que puede desatar consecuencias, como un embarazo no deseado o el contagio de una ETS.
Un estudio publicado por la Columbia Journal of Gender and Law, utiliza el término «violación-adyacente» para definir este acto, así como una situación que puede o debería tener repercusiones legales por considerarse una violación.
La autora del estudio, Alexandra Brodsky, de la Escuela de Leyes de Yale, definió cómo la eliminación del condón «expone a las víctimas a los riesgos físicos del embarazo y la enfermedad». Además, indicó que las entrevistas que realizó para esta investigación son un manifiesto de que las víctimas experimentan el acto «como una grave violación de la dignidad y la autonomía».
El retiro no consensual del preservativo es una agresión sexual, pues obliga a las personas a algo que no esperaban y que, probablemente, no hayan acordado. Entonces, ¿es violación? Lo cierto es que los tribunales aún no definen esta situación. Recordemos que una agresión va desde la cosificación sexual, hasta el uso de chantajes y manipulación para tener sexo y, claro, el negarse a mantener relaciones sin protección. De acuerdo con la RAE, violar es «infringir una promesa, tener acceso carnal con alguien en contra de su voluntad, fuera de sus sentidos o sin su consentimiento».
A principios de este año, un hombre de 47 años fue condenado por La Corte Criminal de Lausana, en Suiza, por quitarse el condón a mitad del acto sexual sin que su pareja lo supiera. Esto puede ser un avance en la lucha contra la cultura de la violación aunque todavía queda mucho por hacer. Y es que, además de las consecuencias físicas (y de salud) antes mencionadas, se puede caer en daños emocionales irreversibles.