Las mujeres con grandes traseros siempre les han resultado atractivas a los hombres. Pero un nuevo estudio demuestra que, aunque parezca mentira, no es el culo la parte del cuerpo que los hombres encuentran más atractiva en una mujer si no la curvatura de su espalda.

Investigadores de la universidad Bilkent, en Turquía, han realizado un estudio en el que mostraron a 300 hombres imágenes de la silueta de diferentes mujeres. La principal diferencia entre esas siluetas era la curvatura de su columna vertebral y espalda, y se les pidió a los hombres que eligieran cuál de esas mujeres les resultaba más y menos atractiva.

La mayoría de los encuestados señaló que preferían a una mujer con una curvatura de su columna de unos 45,5 grados, pues con esa curvatura el culo de la mujer parecía más grande.

La segunda parte de la investigación fue la que confirmó que es la columna y la curvatura de la misma lo que hace que el cuerpo de una mujer resulte más o menos atractiva a los hombres. En concreto, cuando los investigadores también mostraron a los hombres encuestados los dibujos de tres mujeres que tenían el mismo trasero, pero a cambio la curvatura de la columna vertebral, así como los músculos y grasa del cuerpo, eran distintos en cada caso. Y lo sorprendente fue que, siendo los traseros igual de grandes en los tres casos, los hombres prefirieron a la mujer que tenían una curvatura de la espalda más marcada. Un hecho que confirma, según el grupo de expertos a cargo del Dr. David Lewis, que es el ángulo de la columna vertebral y no el tamaño del trasero lo que más impacta en un hombre a la hora de ver el cuerpo de una mujer.

Siguiendo esta conclusión se podría decir que los hombres que piensan que les gustan las mujeres con culos grandes, en realidad lo que les gusta son las curvaturas de la espalda más marcadas. Incluso cuando solo están mirando el trasero de esa mujer, su cerebro lo que está haciendo es pedir información sobre el ángulo de la columna vertebral.

Y es que durante siglos los hombres han encontrado especialmente atractiva la curvatura de la espalda en sus compañeras mujeres. Un detalle que, al parecer, tiene relación directa con la capacidad de las mujeres de encontrar comida y dársela a sus hijos. Porque una curvatura de la espalda de 45,5 grados, que es la que hace que un culo se vea más grande, es la que permitió durante siglos que las mujeres no abandonaran su tarea de recolectar comida, incluso cuando estaban embarazadas y este ejercicio podía hacer que se lastimaran la espalda.

Curioso, ¿no creéis? ¿O tal vez no es más que una excusa para poder seguir mirándonos el culo y luego decir que en realidad lo hacen porque se sienten orgullosos de nuestra capacidad de alimentar a nuestros hijos? Vosotros qué opináis…